lunes, 15 de noviembre de 2010

161110 Lamento por el ciruelo de Cab Cunningham



Voz: Juan Gelman
Música: "Southside of the heaven" por Ryan Bingham y "Solitary man" por Johnny Cash.



Lamento por el ciruelo de Cab Cunningham

cab cunningham tenía cincuenta años y un ciruelo
cuando descubrió la maldad
los ojos se le pusieron verdes la boca gris y azul alternativamente
daba como señales al empezar el día

eso no es todo:
del vientre le empezaron a subir vientos que lo hacían volar
y girar alrededor del planeta y de su casa
como un alma maldita o en pena que trabajara a todo tren

¡oh! cab cunningham no se hacía ninguna ilusión
con lágrimas secas regaba el ciruelo
que florecía de espaldas al asunto
peleando con los pájaros que lo venían a romper

eso daba una música que cab cunningham escuchaba a la tarde a modo de consuelo
entre ciruelo y pájaros había una especie de tratado o misión
y prolongaban temblores ruidos
miedos luchas elecciones furias

“¡oh cab!” solía decir cab
“he aquí las casualidades que organizan tu cuerpo
son como los monos santos de Panini
caprichosos y verdaderos tristes

decía cab cunningham y más
“oh carbono y nitrógeno detenidos por mí” decía
“¿oro serán ahora que termine? ¿adónde irán ustedes huesos
o carne sangre ojo perfil dientes que era?”

nunca se supo adónde fueron o
qué fue de la congoja de cab cunningham los viernes por la tarde
cuando era hermoso y parecía encenderse
bajo el cielo imparcial

pero se supo lo siguiente:
toda la biología atada por cab cunningham
crepitó libre cuando murió
y áhi el ciruelo se detuvo
nunca más trabajó con los pájaros
nunca más hizo ruido, ciruelito

.

sábado, 13 de noviembre de 2010

141110 Los que hicieron a dios


Voz: Juan Gelman
Música: "Divenire" por Ludovico Einaudi


Los que hicieron a dios

los que hicieron a dios con
uno o dos hombres o
convirtieron al hombre en dios fueron
castigados con la eternidad en

cambio los que empezaron por
nombrar al miedo a la muerte aceptando
el súbito o terrible cesar
(no como furia olvido límite) y se

consideraron relativo el cuello
provisoria la espalda prestado
el costillar sí fueron
repartidos por el tiempo y la historia

diseminados en la tierra sembrados
bajo el sol cargados de soledad
o conjetura pensativos ante
los cementerios de pájaros blancos

.

viernes, 12 de noviembre de 2010

121110 Lamento por el día español de Raf Maloney



Voz: Juan Gelman
Música: "No sirves para nada" y "El Show" de José Agustín Goytisolo por Paco Ibáñez


Lamento por el día español de Raf Maloney

entre las cosas que raf maloney tenía
había una dinámica de la penetración orgánica y moral
una fisiología en la continuidad del cuerpo
una ética de la sensibilidad nerviosa

ninguna de la cual le servía para nada
se lo vería oscurecer día tras día
mirando al este en estado de inocencia
sin llorar eso sí raf maloney no llora

había una melancolía también grande gorda marrón
y sobre todo un pájaro raf maloney
cuidaba a un pájaro de cuello largo frío
en una pared de su casa

“pájaro” le decía al pájaro “¿te crece el cuello para ver
los pensamientos que te suben del corazón?” le decía raf maloney
“¿para palparlos mucho y medirlos?” le decía
pero el pájaro callaba completamente

raf maloney tenía también
un día español ancho abierto con olor a merluza
fresco glorioso alto
lo había plantado en el fondo detrás del perejil

allí se acostaba a ver el cielo cuando todo llovía
y había sol para él y había vino y tabaco portugués
“¿ves esta furia en paz?” le decía al pájaro
“¿la ve tu cuello pájaro?” decía raf maloney

cuando raf maloney murió lo cortaron al pájaro
y comprobaron que daba cielo como sol
cielo no como noche
como sol

el cuello lo tenía noche
y daba cielo como sol
así era el pájaro de raf maloney
que se murió cualquiera de estos días

lunes, 8 de noviembre de 2010

081110 Sobre la poesía...



Voz: Juan Gelman
Música: "Palomita blanca" por Rodolfo Mederos
y "Los pájaros perdidos" por Astor Piazzolla y José Angel Trelles


Sobre la poesía

habría un par de cosas que decir/
que nadie la lee mucho/
que esos nadie son pocos/
que todo el mundo está con el asunto de la crisis mundial/ y

con el asunto de comer cada día/se trata
de un asunto importante/recuerdo
cuando murió de hambre el tío juan/
decía que ni se acordaba de comer y que no había problema/

pero el problema fue después/
no había plata para el cajón/
y cuando finalmente pasó el camión municipal a llevárselo
el tío juan parecía un pajarito/

los de la municipalidad lo miraron con desprecio o desdén/
murmuraban
que siempre los están molestando/
que ellos eran hombres y enterraban hombres/y no
pajaritos como el tío juan/especialmente

porque el tío estuvo cantando pío-pío todo el viaje
hasta el crematorio municipal/
y a ellos les pareció un irrespeto y estaban muy ofendidos/
y cuando le daban un palmetazo para que se callara la boca/
el pío-pío volaba por la cabina del camión y ellos sentían que
les hacía pío-pío en la cabeza/el
tío juan era así/le gustaba cantar/

y no veía por qué la muerte era motivo para no cantar/
entró al horno cantando pío-pío/salieron sus cenizas y piaron un rato/
y los compañeros municipales se miraron los zapatos grises de vergüenza/pero

volviendo a la poesía/
los poetas ahora la pasan bastante mal/
nadie los lee mucho/esos nadie son pocos/
el oficio perdió prestigio/para un poeta es cada día más difícil

conseguir el amor de una muchacha/
ser candidato a presidente/que algún almacenero le fíe/
que un guerrero haga hazañas para que él las cante/
que un rey le pague cada verso con tres monedas de oro/

y nadie sabe si eso ocurre porque se terminaron
las muchachas/los almaceneros/los guerreros/los reyes/
o simplemente los poetas/
o pasaron las dos cosas y es inútil
romperse la cabeza pensando en la cuestión/

lo lindo es saber que uno puede cantar pío-pío
en las más raras circunstancias/
tío juan después de muerto/yo ahora
para que me quierás//

.

sábado, 6 de noviembre de 2010

071110 Aromas


Voz: Juan Gelman
Música: La canción quiere por Alfredo Zitarrosa


Aromas

hay un ojo de fuego sentado en mi mesa
come las penas contagiosas
un ojo de fuego come a los compañeros contagiosos
que ordenaron a sus niñitos caer
como hombres de pie contra la muerte

un niñito era dulce como amargo arrabal
otro amaba a la reina del plata
todos ataron su corazón con mares
ninguno había leído la revolución en un libro
la revolución fue para ellos un ojo de fuego
el viento que barre a los astros
un árbol subido al pajarito más audaz

un gran amor tirando al fuego la tristeza
el mundo amargo como un arrabal
crepitaban como el esposo en la esposa
el amor no los dejaba dormir
saltaban de la noche para ir al combate
contra las injusticias insoportables
las verguenzas las humillaciones insoportables
el capitalismo no los dejaba dormir

hay un ojo de fuego en mi mesa
sirve un plato de compañeros bellos
están soñando con la gente
siempre soñaron que la gente es más alta que el sol/
siempre soñaron que la gente podía ser más alta que el sol/
están haciendo una cuna para mecer al mundo
para abrigar calores que vendrán
para estrenar un beso sin fondo.

.